lunes, 13 de diciembre de 2010

Agua potable para todos 2



El suministro de agua potable sigue siendo un desafío en muchas partes del mundo.
Durante la década pasada, la mayor actividad agrícola y manufacturera no sólo incrementó la demanda de agua, sino que también contribuyó a la contaminación del agua de superficie y la subterránea. Es más, los problemas de contaminación debidos a arsénico de aparición natural han afectado la calidad de las fuentes de agua.

En el futuro deberá tenerse en cuenta la calidad del agua cuando se establezcan metas sobre acceso a agua potable. A pesar de los esfuerzos realizados para recopilar datos sobre la calidad del agua en todo el mundo, medir su grado de seguridad puede ser muy difícil; en las regiones en vías de desarrollo, se ha intentado sólo en pruebas piloto. Será necesario encontrar formas rápidas, confiables y económicas de medir la calidad del agua localmente, y de informar los resultados a nivel mundial para superar las actuales limitaciones técnicas, logísticas y de alto coste.

A pesar de los avances generales logrados en cuanto a acceso a agua potable y a la reducción de las diferencias entre zonas urbanas y rurales, estas últimas siguen en desventaja en todas las regiones en vías de desarrollo. Las mayores disparidades se encuentran en Oceanía y África subsahariana, pero también hay diferencias significativas entre las áreas urbanas y las rurales incluso en las regiones que han logrado una cobertura relativamente alta, como Asia Occidental y América Latina y el Caribe.

La brecha entre las áreas rurales y las urbanas es mucho mayor cuando sólo se consideran los hogares con agua potable por cañería. El porcentaje de gente que disfruta de los beneficios económicos y para la salud que ofrece el suministro de agua por cañería, es más del doble en las áreas urbanas que en las rurales.

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